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Wittmer, R., Theriault, G., & Bois, G. (2024). Uso de una versión simplificada de la herramienta de confiabilidad de guías de práctica de Shaughnessy (G-TRUST) para ayudar a los médicos a elegir las guías más relevantes para su práctica. Evidencia - Actualizacion En La práctica Ambulatoria, 27(3), e007122. https://doi.org/10.51987/evidencia.v27i3.7122

Resumen

El respaldo en fuentes secundarias fiables, como las guías de práctica clínica, ha surgido como una solución pragmática para el ejercicio de la práctica basada en la evidencia. Este comentario editorial subraya la necesidad de adaptar la educación médica para fortalecer en los profesionales la adquisición de habilidades alineadas con las demandas clínicas prácticas, a la vez que presenta una versión simplificada de la herramienta G-TRUST de Shaughnessy para la evaluación rápida de las guías en entornos clínicos.

Evaluación de guías de práctica clínica: tendiendo un puente entre la teoría y la práctica

Recientemente, ha sido cuestionado el énfasis tradicional de la educación médica en las habilidades de evaluación crítica. Los autores de un convincente artículo argumentan que la expectativa de que los médicos evalúen de manera regular el riesgo de sesgo en los estudios primarios no es realista1. Señalan que la mayoría de los profesionales no están interesados en adquirir habilidades sofisticadas de evaluación crítica, carecen de la capacitación necesaria o no tienen suficiente tiempo para aplicar estas habilidades de manera efectiva en su práctica. Además, incluso aquellos que son competentes en la evaluación crítica enfrentan obstáculos para la aplicación de estas habilidades en la práctica clínica debido a las limitaciones del tiempo para las consultas. Los autores también argumentan que, para la mayoría de los médicos, la práctica basada en la evidencia se puede lograr a través del uso de fuentes secundarias seleccionadas y confiables, como las guías de práctica clínica, en lugar de la evaluación crítica directa de investigaciones primarias. Por último, sugieren que la educación médica debería centrarse en enseñar a los profesionales a identificar fuentes secundarias de información confiables y a comprender la calidad de la evidencia que proporcionan. Su enfoque reconoce las limitaciones de tiempo y recursos a las que se enfrentan la mayoría de los médicos, así como la necesidad práctica de basarse en la evidencia sintetizada y evaluada presentada por las guías y las revisiones sistemáticas1.

Los criterios AGREE, creados inicialmente para evaluar la calidad de las guías, no fueron diseñados para ser usados en entornos clínicos2. De manera alternativa, la herramienta G-TRUST3 desarrollada por Shaughnessy ha ganado terreno como una opción viable. Sin embargo, el amplio alcance de esta herramienta podría disminuir la practicidad de su uso en el entorno generalmente acelerado de la atención médica y la enseñanza clínica. Este documento presenta una versión simplificada de G-TRUST, que resulta más adecuada para satisfacer los requisitos prácticos de los médicos y fue publicada recientemente en una revista canadiense de medicina familiar4. Sostenemos que este enfoque simplificado es eficaz para evaluar en forma rápida las guías de práctica clínica y para elegir las guías de mayor calidad que se correspondan tanto con las demandas clínicas como con las necesidades de los pacientes, particularmente en escenarios en los que hay varias opciones de guías disponibles.

Recientemente Montori et al. remarcaron la necesidad de que las guías de práctica clínica consideren el tiempo requerido para que los profesionales implementen sus recomendaciones5. Los mismos autores destacan el desafío de equilibrar una atención eficiente y de alta calidad con los aspectos prácticos del ejercicio profesional, enfatizando que las recomendaciones de las guías deben ser realistas y no consumir demasiado tiempo para los médicos. Del mismo modo, un artículo publicado en Evidencia ha subrayado la importancia de equilibrar el tiempo necesario de los médicos con los beneficios esperados a la hora de crear o aplicar guías de práctica clínica6.

Si bien la herramienta G-TRUST fue creada inicialmente para el desarrollo profesional continuo, argumentamos que puede ser factible usarla en la práctica clínica y es valiosa en la educación médica, en particular esta versión corta (ver Table 1).

Tres preguntas clave y elementos a tener en cuenta para responder estas preguntas al tratar de identificar amenazas en las guías de práctica clínica

Relevancia: ¿Es útil y aplicable esta guía en mi práctica?

¿Pacientes/población/contexto similares al mío?
¿Los resultados están orientados al paciente?
¿Las recomendaciones son claras y prácticas?
¿Se considera el tiempo necesario para el tratamiento?

Confiabilidad: ¿Confío en las personas que interpretaron la evidencia e hicieron las recomendaciones?

¿Están libres de intereses contrapuestos (financieros, intelectuales)?
¿Fueron gestionados los conflictos de interés?
¿Hubo diversidad en los miembros del panel?

Confianza: ¿Cuál es la base fáctica de las recomendaciones? ¿Está esta base informada de manera transparente en la guía?

¿Se dispone de una revisión sistemática?
¿Se empleó la metodología GRADE u otro método riguroso?
Table 1.G-TRUST simplificado4.

Para evaluar de manera eficaz las guías de práctica clínica utilizando esta herramienta, los profesionales sanitarios pueden centrarse en tres elementos críticos: relevancia/pertinencia, confiabilidad de la interpretación y evidencia que la respalda.

  1. Relevancia. Este aspecto de la herramienta propuesta ayuda a evaluar la practicidad y aplicabilidad de las directrices. Los usuarios pueden evaluar si las guías son relevantes para su práctica médica específica, teniendo en cuenta la similitud de la población a la que pertenecen sus pacientes y el contexto. La herramienta solicita a los usuarios que consideren si las directrices abordan los resultados orientados al paciente, si las recomendaciones son claras y factibles, así como el tiempo necesario para implementarlas.
  2. Confiabilidad. En esta sección, la herramienta cuestiona la credibilidad del proceso de creación de las recomendaciones. Ayuda a los usuarios a identificar cualquier posible conflicto de intereses en los miembros del panel, ya sea financiero, intelectual o de cualquier otra naturaleza, que pueda influir en la confiabilidad o la perspectiva de las recomendaciones. Nuestra herramienta también ayuda a evaluar la diversidad de los miembros del panel que han contribuido a la guía, asegurando una amplia representación de perspectivas, incluidos los usuarios finales como los médicos de familia, los pacientes, etc.
  3. Confianza. En este dominio la atención está centrada en la base empírica y la transparencia de las recomendaciones. La herramienta guía a los usuarios para verificar si las recomendaciones están respaldadas por una o más revisiones sistemáticas y si se han empleado metodologías rigurosas como GRADE. Esta sección hace hincapié en la importancia de la transparencia en la presentación de las pruebas que respaldan las recomendaciones.

Los profesionales de la salud pueden utilizar estas secciones específicas en la herramienta simplificada G-TRUST para realizar una evaluación estructurada y útil de las guías de práctica clínica. Este proceso ayuda a identificar posibles amenazas a la confiabilidad y aplicabilidad de las recomendaciones, lo que garantiza que la atención brindada esté basada en evidencia sólida, confiable y relevante.

El uso de la guía debe ser reconsiderado si en cualquier momento del proceso se identifica alguna inquietud. Si bien la herramienta puede utilizarse para la evaluación crítica de una guía, creemos que una de sus fortalezas radica en su capacidad para comparar de manera rápida las características clave entre diferentes guías, para ayudar a médicos y estudiantes a seleccionar la que mejor se adapte a su práctica. Esto representa una forma interesante de comparar rápidamente las guías de práctica clínica en diversos entornos: la enseñanza formal, durante la supervisión clínica o durante las conferencias de educación médica continua. Empoderar a médicos y estudiantes con esta herramienta puede ayudar a fomentar el pensamiento crítico y la evaluación de recomendaciones más allá de la opinión de los expertos.

Puntos clave

  1. Otros autores han destacado que la expectativa de que todos los médicos realicen una evaluación crítica exhaustiva de los estudios primarios es inalcanzable en la práctica. Esto subraya la importancia de promover el desarrollo de las habilidades necesarias para utilizar de manera eficaz las fuentes secundarias de evidencia, como las guías de práctica clínica. Presentamos un enfoque más realista y eficiente para lograr una práctica basada en la evidencia en el campo de la medicina.
  2. Los lectores que deseen conocer más sobre el desarrollo de la herramienta y ver algunos ejemplos aplicados pueden consultar la reciente publicación de la versión simplificada del G-TRUST en la revista Canadian Family Physician4.
  3. El uso de esta herramienta modificada en la práctica diaria podría permitir a los médicos tomar decisiones informadas y respaldadas por la evidencia que mejoren los resultados de los pacientes en un período de tiempo razonable.

Nota de la editora

Artículo original presentado por los autores en idioma inglés. El equipo editorial de EVIDENCIA tradujo el texto al español con la asistencia de Google Translate.

Citas

  1. Tikkinen K A O, Guyatt G H, Understanding of research results, evidence summaries and their applicability-not critical appraisal-are core skills of medical curriculum. BMJ Evid Based Med. 2021; 26(5):231-33. PubMed
  2. Brouwers M C, Kerkvliet K, Spithoff K, AGREE Next Steps Consortium. The AGREE Reporting Checklist: a tool to improve reporting of clinical practice guidelines. BMJ. 2016; 352:i1152. PubMed
  3. Shaughnessy A F, Vaswani A, Andrews B K, Developing a Clinician Friendly Tool to Identify Useful Clinical Practice Guidelines: G-TRUST. Ann Fam Med. 2017; 15(5):413-8. PubMed
  4. Wittmer R, Thériault G, Lafortune F-D, Modified tool designed to ease guideline choices: Simplified version of Guideline Trustworthiness, Relevance, and Utility Scoring Tool (G-TRUST) for physicians in practice. Can Fam Physician. 2024; 70(6):372-376. PubMed
  5. Johansson M, Guyatt G, Montori V, Guidelines should consider clinicians' time needed to treat. BMJ. 2023; 380:e072953. PubMed
  6. Kopitowski K, ¿Es sustentable la aplicación de las guías de práctica clínica a la práctica clínica del mundo real?. Evid Act Pract Ambul. 2023; 26(3):e007078.

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